lunes, 3 de diciembre de 2012

What Was Lost – Catherine O’Flynn

Edición Kindle: 240 páginas
Editorial: Tindal Street
Precio: 7,36 €

Versión en castellano: Lo que perdimos – Editorial Booket Logista – Precio: 7,55 €

Sinopsis:

Kate Meaney es una niña solitaria que suele deambular por el centro comercial Green Oaks jugando a ser detective e imaginando los oscuros secretos de clientes y trabajadores hasta que un día desaparece sin dejar rastro.

Veinte años después Kurt, guardia de seguridad en el mismo centro comercial, capta a través de las cámaras la imagen de Kate…


Acerca del autor:

Hija de padres irlandeses, Catherine nació en 1970 en Birmingham, donde creció cerca de la tienda de caramelos de sus padres. Estudió Antropología y Sociología en la Universidad de Manchester. Ha trabajado como profesora, editora de páginas web y clienta misteriosa. Esta, su primera novela, fue escrita en Barcelona, donde la autora residió cierto tiempo.

La novela, al principio rechazada por varias editoriales, acabó ganando varios premios literarios, ha sido publicada en veinticinco países y será llevada al cine por los productores de Harry Potter.

Opinión:

La novela se divide en tres partes bien diferenciadas: La primera nos presenta las “aventuras” de Kate en su infancia, acompañada de su mono de peluche “Mickey”, jugando a los detectives.

La segunda, es la historia de Lisa y Kurt, que trabajan en una tienda de discos y como guardia de seguridad, respectivamente, en el centro comercial Green Oaks. Esta parte es lenta, casi aburrida, un estilo tal vez voluntariamente escogido para reflejar la tediosa vida de los personajes y ponernos en su estado de ánimo mientras, poco a poco, vamos descubriendo los lazos de unión con la desaparecida Kate.  

La tercera, el desenlace final, es brillante. Todo se precipita y acaba encajando en unas pocas páginas compensando las duras horas de lectura que han sido necesarias para atravesar la “tediosa” segunda parte.

Conclusión:

Leído en inglés (What was lost) es un libro bastante difícil por dos motivos, la ya evocada lentitud de la segunda parte y el tipo de “inglés” utilizado, bastante coloquial, es decir, un poco alejado del inglés estándar al que estoy acostumbrado.

Aunque no creo que ocasione demasiados problemas para aquellos que lo lean en castellano o hayan vivido un cierto tiempo en Inglaterra, para mí, fue una proeza terminarlo lo que confirma mi teoría sobre la dificultad de lectura de los libros ganadores de premios literarios ;-)

A pesar de todo, al final me sentí satisfecho y con la impresión de haber leído una buena historia, eso sí, a fuerza de sacrificio y perseverancia en vez de placer y diversión.

NOTA: 6 / 10

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